Puesto por: Clara I, Moret
viernes, 28 de junio de 2013
viernes, 21 de junio de 2013
Música y poesía
Mira cómo se me pone
la piel cuando te recuerdo.
un río de sangre fresco
de la herida que atraviesa
de parte a parte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos
y cuchillos en los dedos
y en mi sien una corona
hecha de alfileres negros.
la piel ca vez que me acuerdo
que soy un hombre casao
y sin embargo, te quiero.
hay un muro de silencio,
de ortigas y de chumberas,
de cal, de arena, de viento,
de madreselvas oscuras
y de vidrios en acecho.
Un muro para que nunca
lo pueda saltar el pueblo
que anda rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
¡Y yo sé bien que me quieres!
¡Y tú sabes que te quiero!
Y lo sabemos los dos
y nadie puede saberlo.
de nuestro amor en silencio!
¡Ay, qué alegría, alegría,
quererte como te quiero!
me quedo con tu recuerdo
derribaría la pared
que separa nuestro sueño,
rompería con mis manos
de tu cancela los hierros,
con tal de verme a tu vera,
tormento de mis tormentos,
y te estaría besando
hasta quitarte el aliento.
Y luego, qué se me daba
quedarme en tus brazos muerto.
quererte como te quiero!
luto, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida,
luna, rosa, sol y viento.
Es morirse a cada paso
y seguir viviendo luego
con una espada de punta
siempre pendiente del techo.
sólo con tu pensamiento,
para acariciar a solas
la tela de aquel pañuelo
que se te cayó un domingo
cuando venías del pueblo
y que no te he dicho nunca,
mi vida, que yo lo tengo.
Y lo estrujo entre mis manos
lo mismo que un limón nuevo,
y miro tus iniciales
y las repito en silencio
para que ni el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo.
—vida, no vuelvas a hacerlo—
te vi besar a mi niño,
a mi niño el más pequeño,
y cómo lo besarías
—¡ay, Virgen de los Remedios!—
que fue la primera vez
que a mí me distes un beso.
Llegué corriendo a mi casa,
alcé mi niño del suelo
y sin que nadie me viera,
como un ladrón en acecho,
en su cara de amapola
mordió mi boca tu beso.
quererte como te quiero!
aunque se hunda el firmamento,
aunque tu nombre y el mío
lo pisoteen por el suelo,
y aunque la tierra se abra
y aun cuando lo sepa el pueblo
y ponga nuestra bandera
de amor a los cuatro vientos,
sígueme queriendo así,
tormento de mis tormentos.
quererte como te quiero!
Por la garganta me sube
Mira cómo se me pone
Entre tu casa y mi casa
¡Ay, pena, penita, pena
Cuando por la noche a solas
¡Ay, qué alegría y qué pena
Nuestro amor es agonía,
Salgo de mi casa al campo
Ayer, en la Plaza Nueva,
¡Ay, qué alegría y qué pena
Mira, pase lo que pase,
¡Ay, qué alegría y qué pena
Puesto por: Clara I. Moret
viernes, 7 de junio de 2013
Nunca mas
Casi lloro por tí, pero
ya nunca mas volverás a verme
Todas las noche y días que te dí,
al olvido se han ido.
Te entregue la vida, mi ser por completo
no deje sobras.
Para siempre solo pasa una vez en la vida
y esto también te lo di.
Pero ya no importa lo que hagas,
nunca mas volverás a verme,
aunque algún día llore por ti.
Autora: Clara Ivette Moret Rojas
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jueves, 6 de junio de 2013
Mi lápiz rojo
El arte puede tener origen o inspiración en los sitios u objetos menos esperados. Este es solo un simple ejemplo curioso.
Este es un poema sobre mi lápiz rojo.
Mi lápiz rojo es cilíndrico
con un extremo puntiagudo,
por donde sale el carbón,
que es el que deja mi huella
en el papel.
Esa huella, transportada por
mi lápiz a través del papel,
se graba, por medio de los ojos,
en la mente de mi lector.
De esta manera es
que dejo mi huella en el alma
de mi lector, porque
como dice la gente, los ojos
son la avenida que llevan al alma.
Autora: Clara Ivette Moret Rojas
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